EL EQUINOCCIO DE OTOÑO Y SUS RITUALES
El equinoccio de otoño sucede cuando el Sol cruza
el
Ecuador. Llamado "Mabon" por la reina celta de
las hadas, Mab. Esta
festividad representa la cosecha.
La promesa hecha en el verano y ahora
convertida
en realidad. La madre tierra dando a sus hijos los
nutrientes y la
abundancia, los elementos
necesarios para sobrevivir el invierno por venir.
Pero al mismo tiempo, simboliza la concepción de
la muerte de las plantas
convirtiéndose en
renacimiento a través del misterio de las semillas.
Este el día en que el dios de la luz es vencido por
el
dios de la oscuridad, es la época del año en
que la noche vence al día.
En la Rueda del Año, Mabon es un tiempo para
descansar
del trabajo duro, es un tiempo que
nos obliga a reflexionar sobre lo que hemos
hecho, también es un tiempo ideal para el
aprendizaje, para la lectura y la
preparación
personal e interna, con todo lo que hemos
aprendido en la primera
parte del año.
La lectura y el aprendizaje serán las prioridades
para
llenar nuestros corazones con verdades y
palabras que digeriremos en estos días
de calma
y retraimiento obligado, debido al mismo clima.
Nunca deben iniciarse hechizos o trabajos en
ésta época
debido a que no cuentan con la luz
para llegar a buen fin, solo se deben hacer
rituales
de agradecimiento por los frutos recibidos.
RITUAL DEL VINO
Mabon festeja la cosecha de frutos y bayas que
nos
alimentan durante los oscuros días de
invierno que están próximos. Unos de los
rituales
característicos es el ritual del vino.
PROCEDIMIENTO:
Se necesitan 5 vasos de vino de bayas y un lugar
a campo
abierto donde estos puedan ser vertidos
al suelo.
Lo óptimo es hacer este ritual al anochecer o al
amanecer, cuando la luz y la oscuridad parecen
estar en perfecto equilibrio, al
igual que lo están
en las 24 horas del período del equinoccio.
Dibuje un circulo
a su alrededor y ponga un vaso
en cada uno de los puntos cardinales: Norte
(tierra),
Este (aire), Sur (Fuego), y Oeste (agua). Ponga
al otro vaso en el
centro.
Empezando en cualquier lugar del círculo, comience
a moverse
en el sentido contrario a las agujas del
reloj, derramando el vino en el suelo
para rendir
un homenaje a los espíritus de la naturaleza y a
los elementales
que guardan la tierra mientras esta
se prepara para su siesta invernal. Por
último, beba
el vaso de vino del centro como ofrenda y brinde
por la Diosa, que
ahora descansa tras haber dado
a luz la cosecha.
El 21 de septiembre marca el final del verano,
la
estación de la plenitud, por lo que, a partir de
ahora, y hasta el solsticio de
invierno, los días serán
más cortos. La luz comienza su viaje de regreso a
la
oscuridad. Pero esta fecha es también el inicio de
una segunda cosecha para
muchos productos de la
Tierra. De ahí que desde la Antigüedad los pueblos
agrícolas hayan multiplicado los rituales en torno
a ella para darle la
bienvenida y atraer una nueva
prosperidad.
A continuación de presentamos varios de ellos
para que te
conectes con la Naturaleza y comiences
nuevamente:
Altar de otoño para el bienestar:
En un lugar tranquilo de tu casa extiende sobre
una pequeña mesa una
tela de color tierra o uva.
Pon sobre ella un cuenco que contenga hojas de
roble (curación), bellotas (longevidad), avellanas
(reconciliación y felicidad
en el amor), ramitas de
pino (dinero) o ciprés (protección) y unas granadas
(poderes psíquicos y sabiduría). Junto a ellas pon
una copa con vino blanco
(alegría) y enciende una
vela marrón o hecha de miel (abundancia material).
Enciende una ramita de incienso de pino, de ciprés
o de enebro, todos ellos
protectores. Activa el altar,
es decir, enciende velas y el incienso los días
de
la Luna creciente (del 21 al 28 de septiembre).
Luego, una vez a la semana
durante todos los
meses de otoño. Mientras esté activado siéntate
como mínimo
diez minutos frente a él. Relaja tu
respiración y visualiza todo aquello cuanto
desees
conseguir. Cuando desees desactivarlo extingue
la llama de las velas con
un apagador o con tus
propios dedos.
Transformación completa:
El
otoño es también una época muy propicia para
reflexionar sobre el principio y
el final de todo.
Recuerda que el apego al pasado impide la llegada
de lo
nuevo. No tengas miedo al cambio. Si deseas
liberarte de preocupaciones y ver
transformada
tu vida, realiza este sencillo ritual. Escribe en una
hoja blanca,
no muy grande, todo cuanto
desearías transformar en tu vida. Dibuja símbolos
que representen tus sueños junto a cada línea.
Luego, acude en un día otoñal en
el que sople
viento a un lugar elevado, a ser posible una colina
o una montaña.
Permanece de pie ante el aire,
respira y piensa cómo penetra el viento en tu
mente y te ayuda a conseguir tus propósitos.
Luego siéntate y contempla el
cielo mientras
imaginas que bebes con los ojos el color azul.
Si hay nubes en
el firmamento, sigue su curso con
la mirada al mismo tiempo que inspiras y
espiras
lentamente. Escucha el latido de tu corazón. Por
último, ponte de pie y
entrega tu hoja al viento
a la vez que visualizas con todas tus fuerzas tus
cambios. Si la brisa se lleva el papel rápidamente,
tus deseos se cumplirán
pronto. Si el folio cae junto
a ti, inténtalo de nuevo. Tres tentativas
fallidas
significan que tendrás que poner mucho de tu
parte para cambiar las
cosas.
Libérate de bloqueos energéticos:
Llena la bañera con agua caliente y pon un cuarto
de kilo de sal marina
en ella, junto con unas gotas
de aceite de almendras. Enciende una vela
plateada,
entra en el agua y relájate. Siente cómo la sal
limpia todos los
pensamientos y las actitudes
negativas de los que deseas deshacerte. Visualiza
tus defectos o aquellos comportamientos que te
crean problemas en tu vida
cotidiana como si fueran
una enfermedad de la que te liberas. Respira
profundamente. Realiza el ejercicio como mínimo
durante diez minutos. Luego quita
el tapón de
la bañera y observa cómo se marcha el agua y
con ella todo lo que
suponía una carga mental o
física para ti. Cuando la bañera se haya vaciado
por
completo toma una ducha de agua templada
o fresca. Sécate y apaga la vela.
Hechizo para ganar dinero:
El
día 21 de septiembre es el primero de Luna
creciente. Aprovecha este atardecer
o cualquiera
de los siete siguientes para atraer ingresos extras
a tu vida.
Para ello coloca un plato hondo o una
fuente con agua en tu ventana o terraza e
intenta
que un rayo de luz lunar se refleje en él o que,
al menos, quede
expuesto a su influjo. Pon una
moneda o una joya de plata en el recipiente.
Luego sumerge las manos en el agua mientras
te concentras en tu necesidad de
riqueza.
A continuación, deja que las manos se sequen
solas. La tradición
asegura que en los veintiocho
días siguientes recibirás dinero de una fuente
inesperada.
Rentabiliza tu caudal espiritual:
El otoño simboliza la madurez del año y, por eso,
es el momento idóneo
para reflexionar sobre los
logros espirituales.
Ha llegado la hora de que
tomes contacto con tu energía espiritual.
Aunque
el ritual para conseguirlo se puede hacer en el
suelo de tu casa, será
mejor si encuentras un
lugar en plena Naturaleza. Elige una postura
cómoda y
visualiza tu espíritu como si fuera el
de un niño. Habla con él y pídele que
entre en
contacto contigo. Mientras lo haces, procura
sentir el latido de tu
corazón al tiempo que notas
cómo la energía de la Tierra penetra en tu
interior.
Respira profundamente. Repasa mentalmente los
comportamientos
negativos que te gustaría
eliminar de tu vida y las facetas positivas que te
gustaría potenciar. Luego pide a tu espíritu/niño
que te ayude a conseguir tus
metas en esta nueva
etapa y que te recuerde tu objetivo al menos una
vez al
día. Practica este ejercicio durante diez
minutos. Por último, en tu
habitación, pon un
plato con un puñado de tierra. (Especial El
Intransigente)