EL MAGO MERLÍN " CUSTODIO DE LAS HERRAMIENTAS NATURALES"
En esta segunda etapa vamos a trabajar con la energía del mago,
representado en este caso por el Gran Merlín, que como es bien
sabido guardaba en su interior la sabiduría innata desde tiempos
remotos. Merlín nos enseña que las herramientas para emprender
esta senda están dentro de cada uno de nosotros y por lo tanto,
hemos de saber asentar bien las bases sobre las que se construye
nuestro legado ancestral, ser conscientes y aceptar que somos
más fuertes y poderosos de lo que podemos imaginar, que cuando
dejamos fluir la energía desde nuestro corazón, todo parece ser
más dichoso y de fácil gestión, que los pensamientos son los que
turban la inspiración de la intuición, el poder escuchar la voz del
alma y la recepción de las señales y conocimientos que nos ponen
delante en el camino de nuestra evolución.
Quizás por ello hemos de mantener avivada la llama sagrada de
la vida, la que nos permite avanzar con esperanza, confianza y
dedicación y que nos ilumina los rincones oscuros del alma,
para poder liberar, transmutar y sanar las heridas del pasado y
observar un presente con un horizonte despejado hacia un futuro
prometedor. Es por ello que es tan importante proteger y cuidar,
nuestra propia naturaleza interior, para lograr ser reflejo de esta
en el exterior.
Meditación de la Torre de Merlín
Una vez encontrado ese espacio sagrado y cómodo, donde
sentirnos en paz, iniciamos una respiración profunda para
despejar nuestra mente y abrir paso a la visión interior.
Poco a poco vamos visualizando que nos encontramos en
un sendero verde que serpentea entre campos de flores
azules. Un poco más adelante, frente a nosotros, hay una
torre alta y estrecha, que se eleva hacia el cielo en el claro
aire de la mañana. A medida que nos acercamos, se puede
apreciar que la torre consta de varias ventanas pequeñas
dispuestas en cinco pisos y una puerta de madera cerrada
con un curioso picaporte de cobre formado por dos serpientes
entrelazadas. Sobre la puerta está escrito:
"LA SABIDURÍA DEL CORAZÓN".
Con la mano cogemos el picaporte y llamamos tres veces
y la puerta se abre por si sola, revelando un tramo de
desgastados escalones de piedra que conducen a los pisos
superiores. A medida que vamos ascendiendo sentimos que
nuestro metabolismo cambia, nuestra respiración se hace
más lenta, el pulso se vuelve fuerte y regular, la vista se
aclara, de manera que a pesar de la oscuridad no hay
dificultad para encontrar el camino.
Se llega al primer piso y vemos una estancia circular, que
tiene por todo mobiliario un gran espejo con una marco
tallado y muy ornamentado. Un segundo tramo de escalones
que continua hacia arriba.
Es el momento de decidir si queremos mirar en el espejo
o no, ya que este nos puede mostrar nuestra verdadera
personalidad, un acontecimiento de nuestra vida actual,
pasada o futura, que todavía es un reflejo en vuestro camino.
Si decidís no mirar podéis empezar a subir de nuevo por
la escalera, sintiendo que vuestra percepción se va agudizando.
Llegáis al segundo piso, donde observáis que la estancia esta
cubierta de tapices que cuelgan por todas las paredes y que
representan escenas de un profundo significado para vosotros,
ya que pueden mostrar acontecimientos de vuestra propia
vida pasada, presente o futura con el fin de aprender y resolver.
Tenéis siempre el libre albedrío de escoger si observar y sanar
o seguir avanzando por el siguiente tramo de escaleras hasta
el tercer piso. En esa ascensión sentís que se producen ciertos
cambios en vuestro sentido del oído, que esta más sensitivo
y puede percibir los pequeños sonidos que os rodean.
En ese limite de la audición, se empiezan a oír voces que
entonan una música de belleza sobrenatural, que os acompañan
hasta llegar al tercer piso donde hay una habitación llena de luz,
que procede de un gran globo de cristal situado en el centro.
Volvéis a tener que decidir si queréis mirar en su interior o no.
Ya que dentro se pueden observar los deseos más profundos y
apreciar si se harán realidad o no.
Si decidís subir hacia el cuarto nivel, podréis sentir que se
va produciendo un cambio interior, que de manera sutil, hace
que se sea más consciente de las relaciones, de los vínculos
que se crean ya sea con las personas, con el entorno, etc.
Es ahora que podemos ver como se producen las resonancias
entre las ideas e imagines que parecen existir de manera
independiente, produciendo pensamientos e imágenes nuevos.
Llegamos al cuarto piso y entramos en una estancia de paredes
transparentes, como el vidrio o cristal, donde los vientos soplan
de algún modo a través de ellas, trayendo los perfumes del
mundo exterior, esos aromas de la naturaleza, del hogar, etc.
Como nuestra vista esta intensificada podemos ver a mayor
distancia y observar el paisaje de gran riqueza y variedad
que se nos ofrece. Podemos ver montañas y valles, ríos y
corrientes, florestas y laderas boscosas, tierras salvajes y sin
cultivar y el colorido manto de los campos y jardines. Vemos
casas, el cielo azul, es como observar un mundo distinto o
ese paraíso en la tierra, podemos quedarnos todo el tiempo
que necesitemos hasta hartarnos de mirar y beber del tónico
del aire y comenzamos el ascenso al quinto nivel y último.
En esta ocasión llegamos a una estancia agradable y
espaciosa cubierta de libros y objetos. En una silla frente a
un gran fuego esta sentada una figura ataviada con ropajes
de color azul oscuro. Su cabello es blanco, pero su rostro
parece eternamente joven y sus ojos ven hasta lo más
profundo de nuestro ser. El es Merlín y hemos ascendido
a través de su torre. Él sonríe en señal de bienvenida y
nos ofrece sentarnos frente a él y hablar, sobre cualquier
asunto que os preocupe, nos dice que las repuestas están
a nuestro alrededor y que para ello mantengamos abiertos
los sentidos, para poder recibir esas pautas y arquetipos
nos nos abren las puertas de nuestra sabiduría interior,
la que durante milenios a permanecido dormida y ahora
hemos despertado para ayudarnos en nuestro crecimiento
y evolución. Poco a poco Merlín se va acercando y nos
da su bendición y nos acompaña hasta la escalera.
Descendemos por ella hasta llegar a fuera de la torre,
respiramos por ultima vez ese aire y poco a poco vamos
tomando conciencia de quienes somos, de donde estamos
y movemos nuestro cuerpo, hasta que finalmente abrimos
los ojos.