La leyenda del hilo rojo
Los japoneses tienen la creencia que si dos
personas estas
predestinadas a conocerse,
tienen un hilo rojo atado a su dedo meñique.
Este
hilo rojo es invisible y permanece ahí,
atado a las dos personas a pesar de las
circunstancias y situaciones que puedan pasar.
El hilo puede enredarse o tensarse, pero
nunca romperse.
Esta leyenda surge cuando se descubre que
cuando la arteria
lunar conecta el corazón
con el dedo meñique; y por el hecho de
estar unidos
por esa arteria, se comenzó a
decir que los hilos rojos del destino unían
los
meñiques con los corazones; es decir,
simbolizan el interés compartido y la
unión
de los sentimientos.
Entre el periodo de 1603 al 1867, algunas
mujeres se
amputaban el dedo meñique para
demostrar el amor a sus maridos, pues se
consideraba un símbolo de completa lealtad,
algo similar a lo que siguen
haciendo los
Yakuzas, hoy día como símbolo de obediencia
a su obayun
“Una leyenda popular cuenta que un anciano
que habita en la
luna, sale de paseo cada noche
y busca entre las almas aquellas que están
predestinadas a unirse en la tierra y cuando
las encuentra las ata con un hilo
rojo para
que no se pierdan.”
También existe otra leyenda muy popular
entre la población
joven de Japón, y dice así:
“Hace mucho, mucho tiempo, un emperador
se enteró de que en
una de las provincias de
su reino vivía una bruja muy, muy poderosa
que tenía
la capacidad de ver el hilo rojo del
destino, sabiendo esto, el emperador hizo
traer ante él la presencia de la bruja.
Cuando la tuvo frente a él, el emperador la
ordena que
buscara el otro extremo del hilo
que llevaba atado a su dedo meñique y lo
llevara ante la que sería su esposa; la bruja
accedió a ello y comenzó a seguir
y seguir y
seguir el hilo del emperador.
Esta búsqueda la llevó hasta un pequeño
mercado, donde se
encontraba una pobre
campesina con un bebé en sus brazos.
La bruja, al llegar donde la campesina se
encontraba la
invito ponerse de pie e hizo que
el joven emperador se acercara y le dijo:
-Aquí es donde termina tu hilo.
Al escuchar esto, el emperador enfureció
empujando a la
campesina que aun sostenía
al bebe entre sus brazos y cayó al suelo,
hiriendo
al bebe gravemente en la frente.
Tras esto, ordeno a sus guardias que detuvieran
a la bruja y
le cortaran la cabeza.
Pasaron muchos, muchos años, y el emperador
debía de
contraer matrimonio, así, su corte
le recomendó que lo mejor era que desposara
a la hija de un general muy poderoso. El
emperador aceptó y llegó el día de
boda, el
momento de ver por primera vez a la que iba
a ser su esposa, la cual
entró en el templo con
un hermoso vestido y un velo que la cubría
por completo.
La futura esposa, permitió que el emperador
la levantase el
velo y vio por primera vez su
hermoso rostro…….tenía una cicatriz muy
peculiar
en la frente.”
En definitiva, este hilo rojo, es el hilo rojo que
nos une a
pesar de las dificultades; ya sean
familiares y/o sociales.
Ilesin
Hola Ilesin.. Interesante historia, el “cordón rojo del destino”.. hay muchos dichos referente a el "hilo" ese hilo invisible que nos une.
ResponderEliminarCuenta que un hilo invisible une a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar, ni la circunstancia. El hilo se puede estirar o enredar, pero nunca se romperá. Muy interesante..
Un abrazo..
Es así de cierto y ese sentimiento permanece eterno en la memoria del alma. Muchas gracias por tus bellas palabras.
Eliminarbesos
Una maravillosa historia de como estamos unidos a nuestra alma aún sin estar juntos físicamente. No la conocía. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarBesos de luz
Me alegro de que te haya gustado. Que esa unión siga estando presente de alguna manera en tu vida.
Eliminarbesos
Interesante
ResponderEliminary bien por los que se han sabido encontrar y seguir unidos.
besos.
Nunca sabemos que nos puede deparar la vida y por lo tanto quien sabe si en algun momento nos podemos encontrar con nuestro lazo rojo.
EliminarMuchas gracias por tus bellas palabras.
Besos