martes, 22 de mayo de 2018

ARCANOS MAYORES - EL DIABLO




















ARCANOS MAYORES - EL DIABLO

Hoy nos enfrentamos a un arcano al que de entrada
nos sentimos tentados a rehusar, sin embargo su
significado no es tan maléfico como podemos
pensar. 
El arcano del diablo es el número 15 en su orden 
normal y el 16 por orden de cartas.
Este arcano nos habla de los últimos obstáculos
que nos podemos encontrar en el camino y que 
muchas veces son generados por nosotros mismos,
con nuestras inseguridades y por aquellas creencias
que nos han marcado en nuestro crecimiento.
El diablo es un arcano materialista y nos habla
mayoritariamente de esa dualidad existente en todo
lo que nos rodea y que es donde nos sale esa doble
voz que nos hace bailar entre el impulso y la prudencia.
Este arcano nos habla de las luchas que tenemos 
dentro de nuestro ser y que muchas veces nos hacen 
dudar si seguir el instinto de supervivencia materialista 
o si por el contrario acercarnos a nuestro lado más 
espiritual y altruista. Cuando en una tirada nos sale
este arcano lo más probable es que exista en nosotros,
una cierta inquietud y la duda constante de si coger
uno u otro camino, que solo podremos vislumbrar
según las cartas que le acompañen.
Este arcano nos indica que cada día estamos tentados
a tomar miles de decisiones muchas de las cuales no
estamos seguros d si serán acertadas, sin embargo
nada nos ata a tomar una decisión u otra, todos 
depende exclusivamente de nosotros solos, las 
ataduras están solo para darnos cuenta de que la 
soga en el cuello muchas veces esta impuesta por 
el miedo a la sociedad que nos envuelve, al que 
dirán, a como nos juzgaran, tenemos las manos 
libres para cortar con esas ligaduras mentales y 
realmente hacer aquello que nos alimenta el alma 
y nos alegra el camino, esa es la luz que nos 
conducirá al destino esperado.
Este arcano nos muestra nuestra verdadera naturaleza, 
nos desnuda el alma para que sepamos ver que hay 
que cortar, derrumbar y eliminar para seguir adelante 
en nuestro camino.
Pocas diferencias existen entre una baraja y otra, 
pero vamos a intentar explicarlas de la mejor manera 
posible.
En el Tarot de Marsella el diablo se muestra como una
entidad dual, mitad hombre, mitad mujer, si observamos
detenidamente veremos que la mitad mujer es la 
superior y la mitad hombre es la inferior, ello nos 
habla de que por naturaleza la mujer es más intuitiva 
y en la mayoría de las ocasiones (aunque no siempre 
es así) se muestra a la sociedad de manera más 
abierta, es decir que tiene más facilidad para 
desnudar su alma, sin embargo aunque tiene en 
sus manos las armas para luchar en muchas de 
las ocasiones le cuesta utilizarlas como es debido, 
haciéndose daño a si misma. En la mitad hombre 
podemos apreciar que la figura utiliza un color azul 
y rojo para su vestimenta, lo que nos indica que 
instintivamente su comunicación y  expresión en 
general viene marcada por cierto grado de 
superioridad que la hace creer que esta seguro de 
sus palabras, aunque estas no estén razonadas 
sino basadas en sus instintos básicos y primitivos, 
pero que le hace verse superior a quienes tiene a  
su alrededor.
Las dos figuras que lo acompañan están atadas a 
este pilón por cuerdas, desnudos y con cornamenta 
en su cabeza, no muestran manos, sino que estas 
están escondidas en su espalda.
El significado es que como entidades duales, 
estamos atadas a nuestro ego, y nos dejamos guiar 
por lo que este nos muestra por lo que estamos 
atados a su voluntad, no somos capaces de luchar 
en ningún aspecto e intentamos protegernos bajo
un casco de cuernos para mostrar que sabemos 
defendernos y que pensamos nuestras acciones, 
más con el intelecto que con el corazón y ahí 
esta muchas veces  el error.
En el arcano del Tarot Rider Waite, podemos ver 
a un diablo de aspecto viejuno, casi sentado sobre 
su peana, con un ropaje en su parte inferior que 
parece como una piel de animal y que sujeta en 
su mano una antorcha de fuego.
El significado es que todos tenemos los instintos 
animales dentro de nosotros, desde tiempos 
inmemoriales, que son los que nos han permitido 
ir evolucionando en el transcurso de los ciclos de 
la vida, sin embargo todavía guardamos mucha
inseguridad y pensamos que para lograr alcanzar 
nuestros objetivos hay que estar preparado para 
avivar la llama del miedo y la coacción. 
Esta figura se mueve en un ambiente oscuro y 
por lo tanto interior que es donde están escondidos
nuestros temores e inseguridades. La figura también 
esta acompañada de dos seres hombre y mujer 
atados por cadenas a su peana, desnudos, mostrando 
sus manos y unas colas (En el caso del hombre 
ardiente y en el de la mujer con frutos).
Ello nos indica que todos estamos atados a las 
circunstancias que nos envuelven y con las que 
hemos crecido ( Educación, creencias, sociedad, etc) 
y por lo tanto manejamos nuestros instintos según 
las apariencias que nos rodean, y para las cuales 
hemos sino enseñados bajo la creencia, que ellos
son ardientes y pasionales y que nosotras somos 
el frutos de la vida y las que hacemos crecer nuevas 
semillas), esas son las grandes cadenas que han 
sido puestas por la sociedad, y que nosotros 
debemos de saber romper para liberar nuestra 
verdadera naturaleza interior y actuar según lo 
que sintamos en el corazón.


2 comentarios:

  1. Hola Ilesin..Siempre interesante lo que cuentas, seguir los sentidos del corazón.
    Un abrazo..

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    Respuestas
    1. MUCHAS GRACIAS MI QUERIDO LLORENÇ POR TUS COMENTARIOS, ME ALEGRO DE QUE TE RESULTE INTERESANTE.
      BESOS

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