5 ETAPA DEL CAMINO INICIÁTICO DEL GRIAL / EL REY ARTURO " LA FUERZA DEL DRAGÓN"

EL REY ARTURO " LA FUERZA DEL DRAGÓN"

Quien no conoce la leyenda del Rey Arturo?, sin embrago,

detrás de se esconde un significado mucho más profundo

y elevado, que es con el cual vamos a trabajar.

Lo primero que nos llama la atención es su linaje 

denominado Pendragón ( lo que nos indica una estrecha

relación con este animal fantástico y poderoso, que solía

ser el guardián de los tesoros y conocimientos), después

nos llama la atención su espada "Excalibur" entregada

por la Dama del lago y que solo pueden portar quienes

son portadores de la justicia (lo que le otorga una cierta

energía mágica a su vida), por no hablar de su subida

al trono, que viene marcada por ser el único capaz de

extraer la espada clavada en la roca (cuyo simbolismo

nos habla de esa capacidad para saber luchar contra 

todo tipo de obstáculos y adversarios) y por último

mencionar que fue el creador de la tabla redonda 

que representa las doce casas del zodiaco con sus

respectivas constelaciones, en cierta manera también

se dice que representan las doce importante 

civilizaciones, que dejaron un importante conocimiento

y por lo tanto cada uno de sus caballeros es una pieza

fundamental de ese gran legado.

En su relación con los arcanos del tarot, Arturo es 

la representación del emperador, que con su visión

ampliada y sosegada, sabe ver en que dirección, han

de dirigirse sus pasos, para lograr los objetivos fijados.

Nos habla de esa autoridad que cuando esta bien

aspectada nos ofrece sabiduría y coraje, pero que cuando

esta mal gestionada puede volverse cruel, déspota e

inhumano.

Meditación con el Rey Arturo "el rey estrellado"

Como siempre buscamos un momento para poder

estar en comunicación con nosotros mismos e 

iniciamos una profunda respiración que nos permita

serenar nuestra mente y abrir nuestros canales, para

iniciar esta nueva experiencia.

Poco a poco vamos imaginando o visualizando que 

nos encontramos en la cima de una alta colina.

Es de noche y a nuestro alrededor oímos todos los

ruidos de la noche, podemos sentir la energía del aire

que resuena en nuestro interior como una nota audible.

Alzamos la vista y vemos que el cielo esta cubierto 

de estrellas, que brillan con tanta nitidez que tenemos

la impresión de que casi podemos tocarlas con la mano.

Mientras miramos, fijamos la atención en una zona

determinada del firmamento: el norte, allí descubrimos

un grupo de estrellas que no habíamos visto antes.

Forman un círculo irregular, a través del cual se ve 

un trozo de cielo vacío, mientras observamos, ese

círculo parece hacerse más grande y acercarse,

hasta que nos encontramos mirando a través de lo

que parece una ventana en el firmamento.

Ahora aparecen diseminadas en el interior nuevas 

estrellas que adoptan la forma de una figura

coronada de contornos luminosos. Es el rey 

estrellado que siempre se encuentra detrás del

arquetipo del rey Arturo. Alarga un gran brazo 

luminoso y nos sentimos transportados como en el

hueco de una poderosa palma y depositados sobre

una isla de nubes. El suelo es firme bajo nuestros pies

y caminamos un corto trecho hasta ver frente a nosotros

un pequeño túmulo verde sobre el que crece un grupo

de árboles, allí sentado a la sombra de las grandes

ramas, está el Rey, con la barbilla en la mano, 

contemplando algo que todavía permanece oculto 

a nuestros ojos. El Rey se vuelve hacia nosotros, se

acerca y entonces vemos muchas cosas reflejadas

en sus ojos: el cielo estrellado, nuestro propio rostro

y algo más, la comprensión y el reconocimiento de

nuestro propio destino. Es ahora que tenemos la

oportunidad de hablar con él, escuchar los consejos

que puede ofrecernos o simplemente recibir las

respuestas a las preguntas que deseamos hacerle.

Podréis estar allí todo el tiempo  que necesitéis,

después y antes de nuestra partida el rey nos ofrecerá

un don, que depende de nosotros el aceptarlo o no.

Después nos despedimos y sentimos que de nuevo

somos levantados y transportados hasta esa cima,

admiramos una vez más ese cielo estrellado, 

agradeciendo toda la experiencia recibida, mientras

vamos reencontrándonos con nuestro aquí y ahora,

con nuestro cuerpo y cuando nos sintamos preparados

abrimos los ojos.