HO'OPONOPONO DEL CORAZÓN
Este puede ser un viaje sanador, reparador, donde a través del poder ancestral, limpiaremos las memorias dolorosas, cerrando ciclos y atrayendo el amor que necesitamos. Hemos de comprender que el amor nunca duele, lo que duele son las heridas sin sanar. Si alguna vez has sentido que estamos repitiendo los mismos patrones en el amor, es que hay heridas que no están cerradas, sanadas ni transmutadas. Si hemos sufrido relaciones que nos han dejado cicatrices emocionales, es el momento de liberar las cargas y recuperar la libertad. Si nos cuesta soltar el pasado y abrir nuestro corazón sin miedo, es el momento de conectar con nuestro Yo superior, con nuestros guías y maestros y dejar que su amor nos permita derrumbar las corazas autoimpuestas y volver a conectar con nuestra esencia de luz y amor. Cuando hayan días en los que el corazón pesa, en los que las dudas nos envuelvan y sentimos que el amor se escapa entre los dedos, respirar y sentir que en medio del caos, algo nos susurra con dulzura: Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo.
Esas palabras son más que una oración, son un abrazo para el alma. Son la llave que abre las puertas de la sanación, la melodia que calma las heridas del pasado y nos recuerda que todo está en ordén, que todo es parte de un amoroso proceso de limpieza. Cada vez que sientas miedo, repite estas palabras, cada vez que la vida nos duela, recítalas como un canto de amor, cada vez que creamos que estamos solos, recordemos que el universo entero nos sostiene.
Confia, Suelta, Sana, porque no solo te limpias a ti, sino que sanas al mundo entero. Es dar un gran sentido al mantra: SANA UNO, SANAMOS TODOS.
12/2/24
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