martes, 28 de septiembre de 2021

19ª ETAPA DEL CAMINO INICIATICO DEL GRIAL / NIMUE LA HADA BLANCA


NIMUE LA HADA BLANCA

Bajo el nombre de Nimue se dicen que se esconden 

las diosas griega Mnemosina , galesa Rhiannon  y 

la celta Coventina.

Se dice que era una mujer con mucha sabiduría, 

que había heredado del mismo Merlín, que se 

enamoro perdidamente de ella y a quien encerró 

posteriormente en una cueva, para evitar que 

siguiera visualizando el destino. También se la 

conoce la guardiana de la esencia misma de la vida 

y que es la conocida reina de las hadas de Avalon. 

La equivalencia con los arcanos mayores del tarot 

es la Luna, que tiene el poder de iluminar los ciclos 

naturales de la vida, activando el poder femenino, 

la intuición y las capacidades innatas, pero también 

nos puede dar una lectura de todo aquello que esta 

oculto a nuestros ojos por personas o porque aun 

no es el momento de ser revelado, aunque también 

puede definir aquello que nosotros mismos queremos 

ocultar, porque nos abre heridas no transmutadas.

Meditación con Nimue y las Emociones Ocultas

Como siempre buscamos un lugar tranquilo, y donde 

nadie pueda molestarnos durante un tiempo. 

Iniciamos con una respiración profunda que nos 

permita ir soltando, liberando nuestro cuerpo de todas 

esas tensiones, preocupaciones y dolores. Mientras 

vamos realizando esas respiraciones, vamos sintiendo 

como nuestro cuerpo se relaja y como va volviéndose 

más liviano y menos pesado.

Poco a poco vamos viendo que nos encontramos en 

otro espacio tiempo, donde el paisaje parece estar 

sacado de un cuento, ya que nos rodea una frondoso 

bosque que muestra todas esas tonalidades del otoño 

lo que nos invita a ir soltando todos esos pensamientos 

y emociones que de manera reticente siguen limitando 

nuestro avance.

Conforme vamos asentandonos en el lugar, empezamos 

a ir de fondo el murmullo fuerte del agua y algo nos 

empuja a ir hacia ese lugar. conforme nos vamos 

acercando, vamos percibiendo una hermosa cascada 

de agua cristalina, que cae dentro de una balsa, que 

nos invita a sumergirnos en su interior, mientras 

admiramos la belleza del lugar, vemos aparecer de 

detrás de la cortina de agua de la cascada, a una 

dama bellisima, de largos cabellos y con un vestido 

azul agua.

Ella nos sonríe y se presenta como Nimue, quien va 

a ser nuestra maestra, en este reencuentro con 

nuestra verdadera esencia emocional, para ello nos 

dice que hemos de penetrar en el interior de la balsa  

y limpiar nuestro ser de todos esos recuerdos, 

experiencias, vivencias y situaciones que han dejado

heridas abiertas en nuestro interior y que de alguna 

manera todavía nos empeñamos en ocultar, limitando 

nuestros conocimientos y aptitudes únicas y divinas.

Es por ello que ahora es el momento de visualizar, 

como os sumergís dentro de vuestro subconsciente, 

como limpiáis vuestro interior de todas esas 

circunstancias y vais dejando espacio para todo lo 

bueno y maravilloso que os va a llegar.

Conforme vais limpiando y desprendiendo esas 

emociones y pensamientos tóxicos y dañinos, vuestro 

ser se va iluminando, se va llenando de una nueva 

energía, más empoderada, más confiada, más 

amorosa hacia vosotros mismos. Es por eso que 

podéis quedaros en ese templo purificador todo el 

tiempo que necesitéis, siendo conscientes del 

gran trabajo que estáis realizando.

Cuando sintáis que ya habéis terminado, podéis 

salir del agua, y desde la orilla mirar vuestro propio 

reflejo, quizás no os reconozcáis, quizás os veis 

muy distintos, pero eso forma parte de vuestra 

transformación. Nimue os envuelve con un manto

de luz que os da calidez en vuestro corazón, os ayuda

a cicatrizar y sellar todas las heridas, para que nunca 

más vuelvan a abrirse. Después le agradecéis su 

ayuda y volvéis a reencontraros en el camino dentro 

del bosque, donde poco a poco vas entrando en 

una ligera niebla, que os traslada de nuevo a tomar 

consciencia de quienes sois, de vuestro cuerpo que 

empezáis a mover, hasta que finalmente abrís los ojos.



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