SANACIÓN DEL PADRE VIOLENTO
Una de las sanaciones más difíciles y complicadas
de trabajar es la del padre violento, ya que implica
que no solo hay un trauma psicológico, sino físico
a la vez, lo que hace que las personas afectadas se
vean poco responsables y vulnerables ante el mundo.
Son personas que pueden generar dos conductas
una la de utilizar el mismo patrón violento, porque
piensan que sin autoridad y castigo la persona no
entiende o se curte ante la vida. Y otra que se vera
no merecedora de nada ni de amor, ni de las
oportunidades de una nueva vida, son frágiles y
con una autoestima muy baja.
Generalmente afecta más este proceso en mujeres
que hombres, pero el daño es el mismo para ambos.
Los hombres y mujeres sometidos y victimas de
agresión, suelen ser conflictivas y poco responsables
con su seguridad personal. Es importante trabajar
el manejo de limites y el cuidado personal, además
de mostrar nuevas formas de relacionarse consigo
mismos y con los demás.
Como sanar esta relación con un padre violento
-En primer lugar la persona ha de iniciar un proceso
de abertura de si mismo, es decir, debe de empezar
hablar de lo que realmente le afectó y de las
carencias que tuvo que soportar, que son las que
han generado su conducta actual.
-Se intentará ir reorientando el énfasis de las heridas
pasadas para ir mejorando el futuro.
-Se aceptará ese pasado doloroso, reconociendo que
esa parte no se puede cambiar, pero si transmutar,
y liberar las cargas de culpa, miedo e inseguridad
que han podido dejar, perdonándose a si mismo,
de unas circunstancias de las cuales nunca ha sido
culpable, pero que han creado un patrón idéntico
que hay que derrumbar. Por eso es necesario controlar
esas acciones y palabras futuras, para ir cambiando
progresivamente ese patrón familiar.
Meditación para sanar la herida del padre violento
Como siempre buscamos un momento y lugar
donde podamos estar tranquilos y sin que
nada nos pueda molestar.
Iniciamos una respiración profunda y relajada,
que nos permita en cada exhalación ir
liberándonos de todas esas tensiones y bloqueos
que estamos notando y sintiendo en nosotros y
con cada inhalación vamos recuperando energía,
serenidad y equilibrio interior. Poco a poco nos
vamos imaginando, visualizando como una luz
hermosa y amorosa va acercándose a nosotros,
desde lo alto de nuestra cabeza (dejad que
vuestro ser escoja el color que mejor se identifique),
Penetrando por vuestro chakra coronario, va
entrando por cada uno de vuestro centros
energéticos liberando todas las preocupaciones
y emociones toxicas, mientras vais sintiendo
que os vais relajando más y más.
Esta luz amorosa, va entrando por vuestros órganos,
vuestras células limpiándolas, armonizándolas y
activandolas con una energía pura y sanadora,en
un descenso hacia el chakra raíz, y posteriormente
hacia la profundidad de la madre tierra que se
encargará de transmutarlo todo devolveros una
nueva energía renovada y llena de amor sanador.
Ahora que ya nos sentimos profundamente relajados.
En este momento vamos a empezar a visualizar
o imaginar que nos vamos dirigiendo hacia un lugar
donde hay una corriente de agua, puede ser un río,
una fuente, una cascada, el mar, y una vez en ese
sitio buscamos un rincón que nos aporte paz, armonia
y seguridad. respiramos lentamente los aromas
que el aire nos transporta, escuchamos los sonidos
de la naturaleza y nos dejamos envolver por ese
abrazo magico y amoroso que la madre naturaleza
nos ofrece. Ahora nos fijamos en un punto de esa
corriente de agua, observamos que vemos en ella,
y visualizamos como penetra por nuestro cuerpo,
y va recorriendo todos y cada uno de los rincones
de nuestro ser, limpiando todo a su paso de
sentimientos tóxicos, de emociones limitantes,
de recuerdos bloqueantes, de vivencias de miedo,
dolor, ausencia de amor, todo aquello que durante
nuestra niñez, adolescencia y juventud nos marco
el carácter y la manera de afrontar la vida, las
relaciones y las dificultades.
Ir al origen del problema visualizarlo en esa agua
transparente, sin miedo, sin dolor, sin temor, ya que
aquí no hay nada ni nadie que os pueda hacer daño,
estáis vosotros con vuestros recuerdos, emociones
y sentimientos. Es posible que visualicéis a vuestro
padre y recordéis su comportamiento con vosotros,
no lo juzguéis, liberar la rabia, la ira, el dolor, es
necesario transmutar ese patrón, gritar, llorar,
golpear el agua, tirar piedras para hacer desaparecer
esas imágenes, mientras sacáis esos sentimientos,
el agua limpia vuestro corazón, vuestra mente, vuestro
ser y os sentís liberados, más puros, más acordes
con vosotros mismos, os dais cuenta que la violencia
no lleva a ninguna parte y os empezáis amar
desde el interior de vuestro corazón, os abrazáis y
reforzáis la imagen y el pensamiento de que sois
valiosos, que sois merecedores de todo lo bueno
y de que ya nada ni nadie puede haceros daño,
ni maltrataros, porque vosotros sois los únicos
responsables de vuestros sentimientos y actos.
Podéis seguir un tiempo más observando esa
agua que os a limpiado, para que os ayude a serenar
el alma y el corazón. Respirar calma, equilibrio,
confianza, amor. Cuando ya os sintáis preparados,
levantaros del lugar donde habéis estado, agradecer
a los elementos que os han permitido realizar esa
sanación, sobre todo a esa agua que ha limpiado
todo vuestro ser. Poco a poco vais adquiriendo
conciencia de nuevo de vuestro cuerpo, de donde
estáis, y vais empezando a mover los pies, las
piernas, las manos, los brazos, la espalda, el cuello,
hasta que por fin abrís los ojos, sintiendo paz.
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