miércoles, 29 de julio de 2020

11) SANACIÓN DE VÍNCULOS FAMILIARES / NIÑO/A INTERIOR


NIÑO/A INTERIOR

En este fase de sanación de nuestros vínculos 
familiares, nos toca trabajar, conectar y 
recuperar a nuestro niño/a interior, el que va 
a mostrar esa vulnerabilidad, esa 
espontaneidad, esa felicidad ante los 
acontecimientos de nuestra vida. 
Ese niño/a interior que va acumulando todos 
los recuerdos de todas las experiencias que 
hemos tenido en el pasado, en nuestra vida. 
Es probable que muchos de esos recuerdos 
sean traumáticos y se nos activen con 
situaciones de la vida que nos hacen conectar 
con esas heridas y nos vemos inmersos en 
reacciones exageradas a nivel emocional, 
a una situación que intelectualmente sabemos 
que no es para generar esa reacción, pero 
no sabemos como trabajar esas emociones. 
En otros casos, sobretodo cuando pasamos 
por momentos de duelo o separaciones nos 
cuesta salir de esos traumas y podemos 
pasar años arrastrando esos procesos sin 
llegar a sanarlos completamente. 
Esto ocurre porque llevamos unas heridas 
de cuando eramos pequeños y todavía nos 
afectan en lo que vivimos en nuestro día 
a día, siendo estas heridas las que dirigen 
y dominan nuestra vida, nuestros 
pensamientos y reacciones. 
Es por eso que es importante liberar esas 
emociones, que están detrás de esas heridas 
y que están afectando a nuestro niño/a interior, 
iniciando una limpieza profunda de nuestro 
subconsciente, aprendiendo a trabajar esas 
heridas, a identificarlas.
LAS 5 HERIDAS DEL ALMA

1) Rechazo
2) Abandono
3) Humillación
4) Traición
5) Injusticia
Que a su vez generan 5 mascaras por parte del Ego
1) Persona huidiza
2) Persona dependiente
3) Persona masoquista (mental / emocional)
4) Persona controladora
5) Persona rígida

Meditación para el niño interior
Como siempre buscamos un momento y lugar 
donde podamos estar tranquilos y sin que 
nada nos pueda molestar.
Iniciamos una respiración profunda y relajada, 
que nos permita en cada exhalación ir 
liberándonos de todas esas tensiones y bloqueos
que estamos notando y sintiendo en nosotros y
con cada inhalación vamos recuperando energía, 
serenidad y equilibrio interior. Vamos liberando 
de todas las preocupaciones, y de esas cuerdas 
que nos atan a patrones del pasado, a circunstancias 
dolorosas, mientras vais sintiendo que os vais 

relajando más y más.
Poco a poco nos vamos visualizando o imaginando
que estamos en un lugar maravilloso, donde
todos los elementos están en su máximo esplendor,
Sentimos el aire jugando con nuestro cabello, el
sol acariciando nuestra cara, el frescor de la tierra 
en nuestros pies, mientras oímos y jugamos en 
la orilla del río, dejando que nuestro niño/a
interior salga sin miedo, es un instante de libertad,
de aventura, de descubrimiento, nada ni nadie nos
impide el gozar de cada circunstancias que nos
están invitan a soltarnos, a liberarnos de todas las
ataduras, creencias y patrones autoritarios que
han mermado nuestra voluntad y satisfacción personal.
Observamos el entorno y nos damos cuenta que
en unos de los arboles que hay cerca del río, 
esta puesto un columpio de cuerda, que por un 
lado de su tronco hay unas escaleras que suben
hacia arriba, donde esta construida una casita de
madera, dejemos que ese niño/a interior, decida
hacia donde quiere ir, y que sea libre de disfrutar
de esas aventuras, de esa imaginación que le ara
sentirse príncipe/a, pirata, explorador/a, etc.
Es un instante para conectar de nuevo con ese 
niño dormido. abandonado, silenciado, traicionado,
que necesita volver a sentirse escuchado, 
comprendido, abrazado, en una palabra amado.
Dejad que vuestro ser este gozando de esos 
instantes el tiempo que quiera y cuando ya sintáis
que habéis vuelto a reencontraros con vuestro
niño/a interior, le dais las gracias y volvéis poco 
a poco a vuestra realidad, vais tomando consciencia
de vuestro cuerpo, de donde estáis, empezáis a mover
manos, brazos, pies, piernas, espalda, cuello, hasta que
finalmente abrís los ojos.

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